Desarrollan prototipo de biofertilizante

31 de marzo de 2012
Investigación muestra que un microorganismo es capaz de sobrevivir en un fertilizante sólido, sin perder sus capacidades fisiológicas. Su uso ha mostrado óptimos resultados en cultivos de leguminosas.


Según el ingeniero biotecnológico Diego Rivera, estudiante de la Maestría en Ciencias Farmacéuticas de la UN, se trata de un prototipo especial en sí mismo y todo un desafío como prueba de biofertilizante sólido seco, toda vez que en el mercado nacional no se encuentran bioproductos de esta naturaleza, pues comercialmente solo se los produce de forma líquida.


“Se alcanzaron buenos rendimientos en el proceso de nodulación (simbiosis entre la bacteria y la leguminosa), debido a que se tiene constantemente una dosificación localizada (continuo intercambio de nutrientes entre estas) en la zona rizosférica, lo que hace que el microorganismo se esté liberando gradualmente en la formulación”, señala Rivera.


La formulación de este biofertilizante sólido garantiza una mejor respuesta en el proceso de nodulación y rendimiento en la planta. Según el ingeniero, “este modelo permite liberar, de forma controlada, la bacteria y cederla constantemente en el medio, a través de la utilización de polímeros compatibles con el microorganismo”.


“Este prototipo ofrece una mayor versatilidad, protege al microorganismo de condiciones de estrés ambiental y le permite desarrollar su actividad biológica de forma eficiente”, agrega.


Es de resaltar, según el investigador, que los resultados de este arquetipo —en invernadero— evidencian el potencial de este avance tecnológico, que le apunta a la sostenibilidad del medio ambiente y a contribuir de forma integral a la seguridad alimentaria de los agricultores.


Helber Barbosa Barbosa, director de la tesis, define este trabajo “como una buena propuesta, pues le apunta a resolver problemas de gente que realmente lo necesita. Sin duda, un aporte farmacéutico”.


De este modo, su contribución está relacionada, antes que nada, con la mitigación de los efectos del uso de agroquímicos (que alteran las capacidades del suelo y su biodiversidad nativa), debida a la utilización de forma sostenible de recursos propios del suelo colombiano. Pero es igualmente relevante para el agricultor, que puede utilizar insumos biológicos que le hacen obtener igual o mayor rendimiento en sus cultivos de leguminosas, lo que la convierte en una propuesta biotecnológicamente sustentable. En otras palabras, mejora su calidad de vida.


De acuerdo con el investigador, entre las recomendaciones que se hacen están: la realización de estudios a nivel de campo para evidenciar una mejor respuesta a las condiciones normales a las que el microorganismo se enfrenta; y, la efectuar evaluaciones para estandarizar y validar los resultados obtenidos, dado que este es el primer modelo de aplicación de este tipo.


La base del prototipo


Rhizobium sp. es una especie de bacilo que se mueve por medio de flagelos. Las colonias son generalmente de color blanco o beis, de características mucoides y pueden crecer en el medio de un cultivo YMA dentro de tres a cinco días. Estas bacterias pueden contribuir a la sustitución de fertilizantes de síntesis nitrogenada hasta en un 100%, al permitir fijar el nitrógeno atmosférico y ponerlo a disposición de la planta leguminosa mediante un proceso simbiótico entre el microorganismo y la planta hospedera.


Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co


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